lunes, 25 de abril de 2011

IGLESIA UNA SANTA CATOLICA Y APOSTOLICA

Nuestro Señor Jesucristo ha fundado sólo una Iglesia. La Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica, la cual hasta nuestros días está representada por la Iglesia Ortodoxa. El significado de cada una de las características enunciadas es, a saber:
Una: La Iglesia es "una," porque es un solo cuerpo espiritual, tiene una sola cabeza: Jesucristo y está animada por un solo Espíritu de Dios (Efesios 4:4-6; l Cor. 3:11; Ef. 1:22-23). La unidad de la Iglesia se expresa en la: misma confesión de fe, en la comunión, en las oraciones y en los sacramentos.
Santa: Es Santa como su base, Nuestro Señor Jesucristo y porque en ella mora el Espíritu Santo, que siempre la santifica (Juan 14:16).
Católica: (Universal o Ecuménica). (del griego "Katholikos"). (Universal de Kata: conforme a; y olos: todos). Porque su mensaje está destinado a todos los fieles de todos los lugares, tiempos y pueblos, porque no está limitada por ningún lugar, tiempo, pueblo, sino al contrario, esta abierta para todo aquel que desee unirse a ella (Mateo 28:18). Cabe decir este término, no es únicamente de carácter geográfico, sino que trasciende el tiempo y el espacio y su doctrina es permanente.
Esta expresión, siendo propia de la Iglesia Ortodoxa. La emplean para autodenominarse otras confesiones cristianas, como la Iglesia de Roma y la de Inglaterra. Pero su origen helénico les recuerda que usan un término prestado de la Iglesia original, individida y ortodoxa.
Apostólica: Porque conserva sin interrupción la doctrina y la sucesión de los Dones del Espíritu Santo, desde tiempos de los Apóstoles (Ef.: 2:19-20).

Junto a las notas anteriores, nuestra Iglesia ha sido acreedora al adjetivo de Ortodoxa (del Griego Ortodoxo: Creencia Verdadera) (de Orthos: Recto y Doxa: Creencia) para señalar que en ella reside la verdadera fe, en armonía con las enseñanzas originales de Nuestro Señor. El regulador de esta armonía y continuidad es Cristo mismo, conforme a su promesa (Mat. 28:20; Marc. 16:20). El Espíritu Santo está con la Iglesia y la guía en la verdad (Juan 14:26).
La ininterrumpida sucesión de los obispos ha mantenido una continuidad histórica y sacramental, que difícilmente otras agrupaciones cristianas pueden reclamar fácil y justicieramente.

La concepción de la Iglesia en la Ortodoxia es theándrica, vale decir, divina y humana, visible e invisible a la vez. Más que una institución terrenal o sistema social, ella es un organismo vivo, que tiene a Cristo a su cabeza y es gobernada por una jerarquía establecida por nuestro Señor desde los Apóstoles.


LA ORTODOXIA
La ortodoxia es la iglesia de Cristo sobre la tierra, la iglesia de Cristo no es una institucion; es una vida nueva en Cristo y con Cristo, dirigida por el Espiritu Santo . La luz de la resurreccion de Cristo reina sobre la iglesia y la alegria de la resurreccion del triunfo sobre la muerte, la compenetra.

TEOLOGIA ORTODOXA.
Veneracion a la Virgen Maria.

La veneracion a La Madre de Dios, forma parte del sistema teologico oriental, segun lo expresa el Concilio Ecumenico de Efeso (a. 431), en Maria se nos revela una parte del plan de Dios para la humanidad, esta estrechamente vinculada, a la Cristologia, ya que segun lo expresa San Maximo el confesor: "es la primera del genero humano que ha llegado al estado espiritual de purificacion total, al estado de deificacion, ella es el modelo plenamente realizado.

ROSARIO ORTODOXO

KOMBOSKINE

El origen de la cuerda de la oración se atribuye al tiempo del fundador de monasticismo cenobítico, San Pacomio el Grande (IV siglo), quién lo introdujo como un medio para ayudar a los monjes analfabetos a decir su regla de oración diaria logrando una cantidad definida de oraciones y postraciones. Desde entonces la cuerda de oración ha ganado la popularidad en el monasticismo oriental y ha sido de uso común entre los hombres. De acuerdo con su regla, cada monje se obliga a cumplir un número fijo de postraciones junto con la Oración de Jesús ("Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador").
ORACIONES DEL KOMBOSKINI
1. “Señor Jesucristo, ten piedad de mí”
2. “Señor Jesucristo, hijo de Dios, ten piedad mí, que soy pecador”
3. “ Señor Jesucristo, por la intersección de nuestra Señora, ten misericordia de mí”
Esta oración debe decirse en cada nudo, ya sea mientras se hace o mientras se reza con él.
Para las intenciones especiales se sustituye el nombre propio por el de la persona enferma o en necesidad de rezo.
Lo mismo en el caso que la oración es dedicada a un difunto.
1 “Señor Jesús Cristo, hijo de Dios, ten misericordia de ..........(nombre de la persona por la quese reza.)
DESCRIPCIÓN DEL KOMBOSKINI.
El Komboskini se hace de lanas puras para recordarnos que Jesús es el cordero de Dios. Es negro para recordarnos el luto por nuestros pecados, o borgoña para recordarnos la sangre de Nuestro Señor o blanco que es el color natural del cordero.
La Cruz nos recuerda a Jesús, y sirve de marca cada 10, 25, 50 o 100 nudos.
La borla en algunos Komboskini, nos recuerda el consuelo a nuestras lagrimas.
El Komboskine o cuerdas de rezo, Mas que marcar una regla monastica, nos enseña a resar con disciplina y con el corazon.
"Jesus, hijo de Dios, ten compasion de mi, que soy un pecador" Esta hermosa suplica ha sido adoptada por la Iglesia Ortodoxa, porque, el ciego Bartimeo, al proclamarla, resibio de Jesus, una respuesta inmediata, vio a Jesus con el alma, creyo en El en espiritu, aun teniendo su limitacion fisica, no dudo de Jesus...y al instante, recobro la vision fisica.
Marcos 10. 46-52.

martes, 28 de septiembre de 2010

SAN JUAN CRISOSTOMO

 

El más grande y amado entre todos los oradores cristianos, San Juan Crisóstomo, nació en Antioquia entre los años 344-347; provenía de una noble familia, segundo, funcionario civil en la administración militar de Siria, quien muere poco tiempo después del nacimiento de Juan; y Anthusa, una excelente mujer y una cristiana ejemplar, viuda a la edad de veinte años, quien se hizo cargo de la educación piadosa y esmerada de su hijo, así como de su primera hija. Juan recibió su enseñanza literaria del filósofo Anthragathius y de Livanio, el sofista, quien fuera el más grande maestro de la escuela retórica griega en aquel tiempo. Livanio era pagano, y cuando le preguntaron antes de su muerte a quien consideraba su mejor sucesor, contestó: "Por supuesto a Juan, si los cristianos no lo hubiesen separado de nosotros," y sobre la madre de Juan opinó: "¡Qué dignas mujeres tienen los cristianos!"
Después de terminar sus estudios Juan ocupó el puesto de abogado y se hizo muy famoso por su elocuencia. Pero muy pronto la vida mundana lo aburrió. Al recibir el bautismo a la edad adulta, según las costumbres de aquellos tiempos, quiso alejarse al desierto, pero se quedó en la ciudad por petición de su madre.
Mientras tanto el obispo de Antioquia Meletio se enteró de su extraordinaria inteligencia y lo ordenó lector en el año 370. En este tiempo Juan estaba estudiando las Escrituras Sagradas y otras ciencias relacionadas con la teología.
Al fallecer su madre, pudo cumplir su más grande deseo. Del año 374 al 381 vivió vida monástica en una ermita cerca de Antioquía; su extremo ascetismo minó su salud obligándolo a regresar a Antioquía, donde San Meletio lo ordenó diácono en el año 381.
San Meletio fue llamado a Constantinopla para presidir el Segundo Concilio Ecuménico durante el cual se durmió en el Señor. En el año 386 el obispo Flaviano ordena a Juan presbítero de la Iglesia de Antioquía. Los doce años de su servicio en Antioquia fueron los años más felices de su vida. Predicaba sin parar y participaba de manera muy activa en las alegrías y tristezas de sus parroquianos. Muchas veces sus sermones eran interrumpidos por fuertes aplausos. Juan calmaba al público diciendo: "¿Para qué me sirven sus aplausos? Arrepentimiento y conversión de vida hacia Dios, son los mejores elogios para mí de parte de ustedes." Especialmente Juan se hizo famoso por sus palabras referidas a las desgracias que amenazaban a la gente de Antioquia por derrumbar las estatuas de los emperadores. Muy pronto, en todo el mundo cristiano Juan se hizo famoso como “El Crisóstomo” (Boca de oro) (este nombre le fue dado por su gran elocuencia). Dada su fama fue elegido por el pueblo como sucesor de San Nectario –quien a su vez había sucedido a San Gregorio el Teólogo-; y fue consagra de Constantinopla el 28 de febrero de 398 por Teófilo, Patriarca de Alejandría.
Los primeros tiempos de su patriarcado fueron muy agradables para Juan: empezó a luchar con todas sus fuerzas contra lo que quedaba del arrianismo, por establecer la paz entre algunos obispos que estaban en conflicto y por corregir al clero y a los parroquianos. Pero esta enérgica actividad le trajo muchos enemigos, la más importante de entre ellos, la emperatriz Eudoxia, quien encabezaba la lucha contra Juan. Eudoxia era una mujer frívola y ambiciosa, había atraído a su grupo al Arzobispo Teófilo y junto con él se unieron los obispos descontentos con Juan. Estos obispos organizaron un concilio en una ciudad cerca de Calcedonia llamada la Encina en agosto del 403 y condenaron a Juan a dejar la cátedra y al exilio en el Ponto.
"La iglesia de Cristo no comenzó conmigo ni terminará conmigo" — les dijo Juan a los fieles y dejó la capital. Pero la misma noche hubo un terrible terremoto y sus golpes más fuertes se escucharon en el palacio. Asustada Eudoxia mandó pedir al Crisóstomo que regresará a la ciudad. Pronto el ambiente de reconciliación se transformó en nuevos enfrentamientos con Eudoxia. Pasaron dos meses y Eudoxia se entregó nuevamente a sus pasiones y vicios. En la fiesta de San Juan Bautista, el Crisóstomo inició su sermón con estas palabras: “Ya se enfurece nuevamente Herodías, nuevamente se conmueve, baila de nuevo y nuevamente pide en una bandeja la cabeza de Juan”. Sus adversarios consideraron estas palabras como una alusión a Eudoxia. Esta vez Juan fue condenado por rebeldía y fue enviado al exilio a Cucusa en el año 404, en la frontera de Cilicia y Armenia, adonde durante tres años acudían desde Antioquía muchos de sus antiguos fieles, por lo que sus enemigos decidieron desterrarlo a Pitio, lugar inhóspito cerca del Cáucaso.
El arduo viaje de 3 meses estuvo lleno de contrariedades y sufrimientos; los rudos guerreros llevaban al Santo caminando a través de las montañas con calor y lluvia torrencial. El Santo no alcanzó a llegar a Pitio; entregó su alma al Señor cerca de Comana, en el Ponto, en la capilla del Mártir Basilisco, donde, durante la noche tuvo la visión del Santo Mártir, quien le dijo: "No te entristezcas, hermano, mañana estaremos juntos." Al día siguiente, por la mañana, después de comulgar los Santos Dones, y de pronunciar las palabras: "¡Gloria a Dios por todo!" San Juan Falleció en paz el 14 de septiembre de 407.
Sus santas reliquias fueron trasladadas a Constantinopla 31 años después por el Emperador Teodosio el Joven y Santa Pulcheria. Los hijos de Arcadio y Eudoxia con fervientes suplicas pidieron perdón por los pecados de sus padres; el retorno de estas santas reliquias es celebrado el 27 de enero. Crisóstomo hizo exhaustivos comentarios sobre las Sagradas Escrituras y es el autor con más número de obras entre los Padres de la Iglesia. Nos dejó comentarios sobre todo el libro del Génesis, los Evangelios de San Mateo y San Juan, Hechos de los Apóstoles y sobre todas las epístolas de San Pablo; 1447 sermones y 240 epístolas. Junto con esta conmemoración y la del 27 de enero, se le conmemora con los jerarcas de la Iglesia Basilio el Grande y Gregorio el Teólogo el 30 de enero.

SAN PANTALEON

BREVE RESEÑA HISTORICA




La historia cuenta que Pantaleón nació a principios del año 282 y vivió su corta vida (23 años) en la ciudad de Nicomedia, entonces perteneciente al Imperio Romano, y conocida actualmente con el nombre de Ismid, en proximidades de la ciudad de Estambul, Turquía Asiática.
Su madre era cristiana y se ocupó al comienzo de la educación del pequeño niño, iniciándolo en la Fe en Jesús, la que falleció cuando aún era muy chico, mientras que su padre, que era senador del gobierno romano y de ambición desmedida, le proporcionó los mejores maestros de literatura y luego lo puso a estudiar junto a Eufrosino, médico del emperador.
Su progreso en los estudios le dispensó a Pantaleón que el emperador lo nombrara su médico de cabecera. Es entonces que entabló amistad con Hermolao, anciano sabio que era amigo de su madre, quien le enseñaba sobre que al que tiene Fe en Jesucristo y en sus milagros también los puede llegar a hacer en su nombre y, aunque estas palabras al principio no calaban en el muchacho, el Señor iba depositando en su corazón puro y amante de la verdad su gracia.
Se cuenta que un día halló en su camino a un niño muerto por la mordedura de una serpiente que todavía se hallaba en el lugar, lo que conmovió las fibras de su corazón, e invocando el nombre de Jesús pidió la cura o resurrección de la criatura y la muerte del ofidio, contemplando luego para su asombro que el niño revivía y la serpiente moría, con lo que el Señor le quitó al joven médico todas las dudas que tenía sobre las enseñanzas de Hermolao.
Luego de ello, Pantaleón comenzó a prepararse para el Bautismo, porque quería ser un soldado de Cristo, e invitó a su padre para que también se bautizara, a lo que el mismo se negó. Pero Dios le puso en el camino a Antimo, un ciego de muy buena posición, el que había gastado mucho dinero en tratamientos sin resultados, al que el joven tocó sus ojos con las manos y, en nombre de Jesús, le devolvió la vista, provocando así la conversión de su inflexible padre.
Poco tiempo después su padre falleció, dejándole a Pantaleón una cuantiosa fortuna, que repartió entre los pobres, a quienes consideraba sus hermanos. En tanto, el emperador Diocleciano, inducido por los sacerdotes paganos, dictó leyes para perseguir a los cristianos, aunque como estimaba al joven médico no prestó oídos a las acusaciones en su contra.
En el año 313, al morir Diocleciano, lo sucedió Maximiliano, quien quiso disuadir a Pantaleón de su Fe, mandando que lo ataran a un poste y lo flagelaran, azotándolo con látigos y otros tormentos, quemándole luego las llagas con hierros y tizones encendidos. Viendo los torturadores que Pantaleón no experimentaba sufrimiento por los castigos, y que a cambio esto aumentaba la conversión de los presentes, decidieron poner fin a su vida, introduciéndolo en una caldera con plomo derretido. Este hecho, en lugar de causar su muerte, fue como un bálsamo que curó todas sus heridas y quemaduras.
Maximiliano, viéndose humillado al no poder quebrantar la Fe del Santo Médico, mandó atarlo de pies y manos y le colgaron del cuello una pesada piedra, para luego arrojarlo al mar, y Pantaleón salió flotando en la otra orilla, donde fue rescatado y desatado por sus amigos.
Preso nuevamente, fue llevado ante el Emperador, quien también mandó detener a Hermolao y decapitarlo por no ofrecerse a los dioses paganos. Pantaleón fue enviado al anfiteatro para que lo devoraran las fieras y ante la presencia de todos y de Maximiliano los leones cambiaron su actitud y le lamieron las manos, lo que provocó muchas conversiones al cristianismo. Luego fue preso nuevamente y atado a una gran rueda dentada, para arrojarlo a una barranca para que se destrozara el cuerpo del mártir, pero la rueda, en la primera vuelta, cortó las ligaduras, dejando a Pantaleón libre en el suelo.
El emperador, desesperado ante estas demostraciones divinas y milagrosas, quiso terminar de una vez con él, haciéndolo llevar y atar al tronco seco de un árbol en el centro de la plaza de Nicomedia, donde fue azotado, y cuando su sangre humedeció la tierra el añoso olivo dio muestras de vida y de su tronco aparecieron hojas y frutos, y Pantaleón, cansado de tantos tormentos, pidió a Dios que lo llevara consigo, por lo que su eterna vida se halla simbolizada en la estampa donde está el olivo que volvió a nacer.
Se dice que una mujer recogió su sangre del suelo, mezclada con tierra y musgo, y que aún se conserva. Cuando se conmemora su martirio, todos los 27 de julio de cada año, esa misma sangre, que está siempre coagulada, se licúa milagrosamente, lo cual es un hecho inexplicable para la ciencia y admirable aún para los incrédulos.
Este prodigio puede observarse en el relicario de la ciudad de Ravello (Italia) y también en Madrid (España), donde también se venera la sangre de San Pantaleón. San Pantaleón es muy devocionado por el pueblo en general, que acude habitualmente a él para pedirle y agradecerle su intercesión por su salud y la de sus seres queridos.


SAN PEDRO Y SAN PABLO

BREVE RESEÑA HISTORICA


Pedro y Pablo: dos personas muy diferentes, dos historias muy distintas, dos «conversiones» que nada se parecen (la de Pedro duró tres años; la de Pablo, un instante), dos apostolados que empiezan siendo muy diferentes, pero que cada vez se van pareciendo más, hasta quedar unidos en el martirio en Roma, bajo Nerón.

Pedro se había retirado a Galilea después de la muerte de Jesús, pero la resurrección lo hizo volver a Jerusalén, a reunir a la comunidad mesiánica y esperar la venida del Hijo del hombre. Pero el Hijo del hombre venía como rey de todos los pueblos; por eso, Pedro reconoció desde el principio la misión que Cristo había confiado a Pablo.

Con tiempo vio Pedro cómo la comunidad se extendía por una vasta geografía y se fue haciendo presente por todas partes donde había cristianos. Había experimentado la obra de Dios en el apostolado de la circuncisión, es decir, conversión de los judíos y encarrilamiento de los paganos por la senda de las prácticas judías. Así se habían de cumplir -creía él- las profecías sobre la venida de todos los pueblos a Jerusalén.

Pablo, en cambio, y toda la Iglesia de Antioquía, iban más allá. Habían visto la obra desbordante del Espíritu entre los paganos, sin que dejaran de serlo. Fueron, con el testimonio de esta obra de Dios, a Jerusalén, a buscar el acuerdo de los apóstoles y salvar así la unidad de la Iglesia. Santiago, el eterno judaizante, y Pedro y Juan reconocieron que la dirección de la Iglesia pasaba por encima de ellos, y se rindieron a la obra creadora del Señor, que de las piedras saca hijos de Abrahán.

SAN MIGUEL ARCANGEL

Defensor de la pureza y santidad de Dios



Cuenta la historia biblica, que hubo una batalla en el cielo y Luzbel que era el angel mas bello del cielo se lleno de vanidad y quizo retar a Dios.Mas Miguel en amorosa fidelidad a Dios le hizo ver que nadie era como Dios y precipito al endemoniado angel (luego lucifer) hacia los abismos, encadenandolo para que nunca mas hiciera daño...Miguel se refirio a la serpiente que era el demonio diciendole:"¿Quien como Dios?"...En recompensa por su humildad y majestuosisima fidelidad y bondad fue coronado por Dios como el principe de los ejercitos celestiales, y tiene como tarea ser el guardian y protector de quien lo invoca para alabanza y gloria de Dios.
En el libro de Daniel se dan algunas referencias sobre este poderoso Arcangel, tambien el el libro del apocalipsis..."Entonces se desato una batalla en el cielo:Miguel y sus Angeles combatieron contra el dragon.Lucharon el dragon y sus angeles, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar en el cielo para ellos.El dragon grande, la antigua serpiente, conocida como el demonio o satanas, fue expulsado; el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y a sus angeles con el..." 
Resultando Miguel vencedor, es quien tiene el poder de encadenar y ahuyentar al demonio en situaciones donde se requiere de poderosa ayuda angelica.

 

En la Iglesia Ortodoxa

El papel de san Miguel en las Iglesias Orientales, es básicamente la misma que en la Iglesia Católica Romana; sólo que a diferencia de los católicos, san Miguel es más representado en la iconografía religiosa que el arcángel Gabriel. Se le representa vestido con túnica como cualquier otro ángel, pero llevando una espada o una lanza, en una mano, y en la otra un globo transparente, coronado por una cruz, que representa el universo sobre el que San Miguel tiene poder en nombre de Cristo. En las Iglesias Orientales se le considera defensor de la pureza y santidad de Dios, frente a las potencias falsamente luminosas. Es el ángel de la noche mística, "allí donde Dios despliega la luz verdadera".

En Constantinopla, san Miguel era considerado el gran médico celestial. Su santuario principal, el Michaelion, estaba en Sosthenion, casi 50 millas al sur de Constantinopla; ahí se dice que el arcángel se le apareció al Emperador Constantino. Los enfermos dormían en las noche en esta iglesia, esperando una manifestación del santo; su festividad se mantenía ahí el 9 de junio.

Otra famosa iglesia bizantina estaba entre los muros de la ciudad, en lo baños termales del emperador Arcadio; ahí la festividad del arcángel era celebrada el 8 de noviembre. Esta fiesta se propagó sobre toda la Iglesia Griega, y las Iglesias Siria, Armenia y Copta también la adoptaron; ahora es la principal fiesta de San Miguel en el Oriente. Se puede haber originado en Frigia, pero su punto de marca en Constantinopla fue la Thermae de Arcadius. Otras fiestas de San Miguel en Constantinopla eran: 27 de octubre, en la iglesia “Promotu”; 18 de junio, en la iglesia de San Julián, en el Foro; y el 10 de diciembre en Athae.

Los cristianos de Egipto, pusieron al río que les daba la vida, el Nilo, bajo la protección de San Miguel; adoptaron la fiesta griega y la pusieron el 12 de noviembre; el día 12 de cada mes, celebraban una conmemoración especial del arcángel, pero el 12 de junio, cuando el río comenzaba a crecer, lo guardaban como feriado de obligación de la fiesta de San Miguel “por la crecida del Nilo”: Euche eis ten symmetron anabasin ton potamion hydaton.

El culto a san Miguel arcángel llegó a Rusia, a través de la Iglesia Ortodoxa. A él le es dedicada una de las iglesias de la Plaza de la catedrales en el Kremlin de Moscú, y el Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas en Kiev, Ucrania.

viernes, 24 de septiembre de 2010

SAN ONOFRE

PATRONO DEL HOGAR Y DEL TRABAJO




San Onofre nació al final del siglo IV. Se retiró en el desierto de Tebas en el Alto Egipto donde vivió como ermitaño durante 70 años. Cuando sus vestimentas se redujeron en pedazos, el Señor le hizo crecer sobre todo el cuerpo un pelo abundante que lo protegía de los rigores del clima, y cada día un Ángel venía a traerle un pan pora su comida.
Se venera en Occidente como el Santo Patrón de los tejedores. Aquí la inscripción sobre la filacteria: "Que los apetitos del vientre no los separe de Cristo; que el barro de las pasiones no les seduzca, o llorarán en el fuego devorador."